Vivimos en la era de la Industria 4.0, un mundo hiperconectado en el que las tecnologías avanzadas, el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA), la edición de genes, la robótica avanzada y la computación en la nube, por nombrar solo algunas — están convergiendo de tal manera y a tal velocidad que desdibujan las líneas entre lo físico, lo digital y lo biológico.

Las implicaciones económicas y sociales de estos cambios son enormes, y la Industria 4.0 cambiará significativamente la forma en que todos trabajamos en el futuro. Pero en el corazón de la Industria 4.0 se encuentra una paradoja: cuanto más impulsados ​​estamos por la tecnología, más dependemos de nuestra humanidad para ofrecer los beneficios comerciales y sociales que deseamos.

Podemos ver claramente esta paradoja en la profesión de gestión de proyectos. Por un lado, existe una necesidad fundamental de habilidades técnicas, no solo un conocimiento profundo de las prácticas de gestión de proyectos, sino una comprensión clara de las tecnologías avanzadas y el papel que desempeñan en la transformación empresarial . Por otro lado, hay un requisito aún más importante para las “habilidades de poder”: los lubricantes que facilitan la interacción humana, como las comunicaciones, la empatía, la creatividad y la capacidad de colaborar.

Vale la pena señalar que las tecnologías detrás de Industry 4.0 ya ingresaron al mundo de la gestión de proyectos y están cambiando la forma en que trabajamos de manera práctica. Los datos que ahora podemos recopilar y analizar utilizando nuevas tecnologías mejoran nuestra capacidad para predecir resultados, evaluar riesgos y tomar mejores decisiones. También nos ayudan a automatizar ciertas tareas, como la elaboración de presupuestos, la programación y la previsión, para que podamos centrarnos en acciones más complejas y estratégicas.

Las empresas no tendrán más remedio que adaptarse al mundo de la Industria 4.0, porque los beneficios son demasiado grandes. Según CapGemini , las fábricas inteligentes podrían agregar entre $ 500 mil millones y $ 1,5 billones en valor a la economía global durante cinco años. Y eso es sólo en la fabricación.

Sin embargo, adaptarse a la Industria 4.0 puede requerir que las organizaciones aborden la paradoja mencionada anteriormente sobre los aspectos tecnológicos versus humanos del trabajo. En un informe reciente ( The Working Future: More Human, Not Less ), Bain & Company predice que la automatización rehumanizará el trabajo incluso cuando elimine muchas tareas rutinarias. Esto se debe a que ciertas capacidades claramente humanas (resolución de problemas, conexiones interpersonales y creatividad) son aún más importantes en una era compleja y altamente tecnológica.

Sin embargo, para hacer que la mentalidad cambie a un mundo de Industria 4.0, las empresas deberán reinventar el trabajo, alejarse de las estructuras jerárquicas y las funciones rígidas y organizar el trabajo en torno a equipos y proyectos. Lo importante es hacer coincidir las tareas con las habilidades y con los miembros del equipo que poseen esas habilidades.

También es importante adoptar una visión holística y a largo plazo de la transformación organizacional, en lugar de simplemente buscar “ganancias rápidas”. Eso significa:

• Compromiso de liderazgo y alineación estratégica/u: Industry 4.0 se trata de transformar el negocio a un nivel fundamental, no en la periferia de una organización. Una transformación 4.0 debe vincularse directamente con el modelo comercial de una empresa y su estrategia. Para que eso suceda, el equipo ejecutivo debe estar completamente comprometido y alineado.
• uUna visión clara y un enfoque en los resultados/u – Esta dirección estratégica debe ser capturada en una visión clara y asignada a resultados e iniciativas específicas. Aquí es importante diferenciar entre resultados y productos. Necesitamos mantenernos enfocados en resultados reales.
• uUn compromiso con la co-creación/u – Ninguna organización puede hacerlo sola en estos días. La innovación en el mundo de hoy significa co-crear no solo con los miembros del equipo sino también con los clientes, socios comerciales y usuarios finales.
• uCompromiso y perseverancia a largo plazo/u – La transformación empresarial es un viaje continuo. De hecho, las organizaciones exitosas nunca dejan de transformarse. Eso requiere aprendizaje y desarrollo continuos, una detección continua de hacia dónde se dirige el mercado y un enfoque iterativo para probar e implementar soluciones. La transformación no es para los débiles de corazón; requiere paciencia, compromiso y perseverancia.

Si estos son imperativos organizacionales, ¿qué deben hacer los profesionales del proyecto como individuos para jugar en un mundo de Industria 4.0? En muchos sentidos, las prioridades de un individuo deben reflejar las prioridades de la organización.

Primero, construya su perspicacia comercial. Como se señaló, Industria 4.0 se trata del modelo de negocio fundamental de una organización, así como de su estrategia a largo plazo. Los profesionales de proyectos deben tener una amplia comprensión de los negocios y las importantes tendencias sociales y de la industria que dan forma a nuestro mundo. Un buen lugar para comenzar es el informe Global Megatrends de PMI .

Luego, concéntrese en los resultados, no en los productos. Asegúrese de que los proyectos en los que trabaja estén a la altura de una necesidad estratégica clave dentro de su organización. Y asegúrese de que los objetivos del proyecto se relacionen con los resultados directamente relacionados con esa necesidad.

Finalmente, comprométase con el aprendizaje y el desarrollo continuos, o lo que el Dr. Edward Hess llama “hiperaprendizaje”. En nuestro mundo VUCA, es un desafío constante mantenerse relevante. Para hacerlo, debemos reinventarnos todos los días y desarrollar nuestras habilidades no solo técnicamente, sino cognitivamente, conductualmente y emocionalmente.

La Industria 4.0 es revolucionaria. De hecho, está estrechamente relacionado con la idea popularizada por Klaus Schwab , director del Foro Económico Mundial, de que el mundo se encuentra en medio de una cuarta revolución industrial. Sin embargo, la escala, el alcance y la complejidad de esta revolución superarán con creces todo lo que la humanidad haya experimentado hasta ahora. Es imperativo, por lo tanto, que no solo dominemos los elementos tecnológicos de esta revolución, sino que también elevemos la importancia de sus aspectos humanos.